Los cortometrajes "Beefcake" antes del porno Gay

Antes de la llegada del cine pornográfico convencional americano en la década de los setenta, las leyes prohibian la aparición de órganos genitales en cualquier elemento filmado que no fuera de uso médico. Eso no evitó que se rodaran y distribuyeran muchísimas películas porno que se comercializaban y proyectaban de forma clandestina. Otra forma de evitar la persecución legal era filmar películas eróticas de contenido muy sugerente que nunca llegaban a mostrar la desnudez total de sus protagonistas, ni por supuesto actos sexuales explícitos.

 

Para facilitar la distribución de ese material en los tiempos anteriores al vídeo doméstico, lo habitual era que el soporte físico fueran cintas de 8mm con una duración habitual de entre ocho y diez minutos, que se vendían mediante anuncios en las revistas eróticas.

El equivalente Gay de esas películas normalmente mostraba modelos musculosos que posaban en solitario o en grupo en situaciones que facilitaban un comportamiento homoerótico: policías, luchadores, delincuentes, etc. Aunque siempre se desnudaban, los modelos vestían "posing straps" que cubrían sus órganos genitales. Se vendían en anuncios de revistas "Beefcake", que no eran otra cosa que revistas dedicadas al culto al cuerpo masculino que en realidad eran publicaciones homosexuales encubiertas, pues de nuevo la publicación de imagenes impresas de cuerpos desnudos era ilegal.

El rey de este tipo de material fue sin duda Bob Mizer, editor de la legendaria revista Physique Pictorial, del que ya hablaré con más detalle en otra entrada. Mizer produjo más de 3000 películas cortas de esta clase entre principios de los cincuenta hasta alcanzar los inicios de los ochenta.

Hoy en día este tipo de material ha quedado relegado a coleccionistas y nostálgicos, pero es sin duda un valioso testimonio de una época en la que conseguir imagenes de cuerpos masculinos desnudos era casi un deporte de riesgo.